Pese a representar un pequeño porcentaje de los casos de cáncer de piel, el melanoma es el más letal. Su agresividad se manifiesta en una rápida capacidad para generar metástasis, lo que reduce considerablemente la esperanza de vida del paciente si no se detecta a tiempo.
El dermatólogo José Miguel Duarte explicó “el melanoma es como el patito feo de los lunares, aparece en zonas ocultas como axilas, plantas, uñas o entre los dedos, su aspecto difiere del resto y por eso el cerebro suele notarlo antes que nosotros racionalmente”. Para detectarlo, se recomienda aplicar la regla del ABCDE: asimetría, bordes irregulares, color variable, diámetro mayor de seis milímetros y evolución. Si una lesión cumple con alguno de estos criterios, se debe acudir de inmediato a un centro médico..
El oncólogo Perfetti, advierte que aunque el carcinoma basocelular es el más común y menos agresivo, el melanoma puede convertirse en un desafío médico si no se identifica en sus primeras fases. Apenas alcanza cierta profundidad, puede viajar al sistema linfático y comprometer órganos vitales. La detección temprana no solo mejora las tasas de curación, sino que reduce la necesidad de tratamientos más invasivos como radioterapia, inmunoterapia o cirugía radical. Una simple revisión anual con el especialista puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte