Una mancha silenciosa poco a poco fue debilitando la piel de Javier, quién ignoró por un tiempo aquello que solo “estorbaba”. Una salida a la playa como cualquier otra terminó siendo caótica, la mancha mencionada anteriormente empezó a sangrar e hizo ruido en Javier y en su entorno quienes decidieron asistir a una consulta dermatológica para enterarse que esa “molestía” terminó siendo una manifestación del cáncer de piel